madrid montessori

comunidad infantil
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introducción

Entre los 18 meses y los 3 años de edad, los niños están alcanzando y trascendiendo extraordinarios hitos de desarrollo: están aprendiendo a andar con seguridad, a comunicarse por intermedio del lenguaje hablado y comenzando a cuidarse a sí mismos. En esta fase, sus cerebros se están desarrollando muy rápidamente y las experiencias que viven son cruciales para la formación de su carácter y su personalidad.

La Comunidad Infantil ofrece un espacio con múltiples oportunidades para el movimiento físico y la exploración, en un ambiente rico en posibilidades de interacción verbal con compañeros y compañeras. Esto les permite desarrollar su autonomía y autoestima, además de establecer relaciones con otros niños en un ámbito de calidez y respeto mutuo.

Las clases brindan oportunidades para participar en actividades que pueden ser entretenidas a nivel individual o de grupo como, por ejemplo, preparar la mesa, lavar los platos, hacer un arreglo floral o cuidar las plantas. Estas tareas desarrollan la voluntad y el compromiso de los niños, aspectos cruciales en la construcción de su carácter. Asimismo, al tomar parte en ellas, los niños ejercitan sus capacidades de manipulación y motricidad fina, al mismo tiempo que fortalecen su autoestima con la satisfacción de hacerlas por sí mismos.

Los niños nos piden: “ayúdame a hacerlo por mí mismo”. Y es maravilloso apoyarles en ese proceso, en un ambiente en el que los adultos están preparados para guiarlos. Una manera de acompañarles es diseñar actividades que ellos puedan iniciar y completar de manera autónoma. Así, los niños se familiarizan con sus propias capacidades y desarrollan confianza en sí mismos en un período de tiempo breve e intenso.

En este ambiente estimulante y acogedor, los niños pueden tener vivencias positivas de sus primeras experiencias fuera de casa y, desplegando sus incipientes habilidades sociales, crear vínculos más allá de su familia. Les acompañamos en ese proceso natural del desarrollo humano, la gradual apertura y salida al mundo, construyendo lazos afectivos con personas que no son miembros de su familia.

Todas las actividades a disposición de los niños son apropiadas para su etapa de desarrollo y especialmente diseñadas para responder a sus necesidades físicas, emocionales e intelectuales. Los adultos que los acompañan han sido formados con especial atención a respetar el ritmo y temperamento de cada niño/a, asistiéndolos en sus caminos individuales de aprendizaje.

Es importante destacar que este no es un programa infantil tradicional. Una de las mayores diferencias es que las necesidades de los niños se priorizan por encima de las de los adultos. Esto se nota en el ambiente de las clases pero también en los horarios: de 9:00 a 12:00, de lunes a viernes. Dentro de esa estructura, los niños son capaces de elegir las actividades que van a realizar durante la mañana, siempre a su ritmo y según sus intereses particulares.

De esta forma, la Comunidad Infantil sigue la línea de la teoría del desarrollo humano (desde el nacimiento hasta los 24 meses) trazada por Maria Montessori. Y un aspecto troncal de ella es que las necesidades de los niños deben ser respondidas teniendo en cuenta su etapa de desarrollo.

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