madrid montessori

introducción

la casa de los niños
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un día...

Entre las 8:45 y las 9:00 los niños se despiden de sus padres en el portal y entran al colegio. Los Guías o los Asistentes les reciben a medida que entran en el edificio. Cada niño tiene un lugar con su nombre en donde cuelga su abrigo y deja sus zapatos dentro de su clase. Ya con su calzado de interior, cuando están listos, los niños van adentrándose en la clase. Respetamos el ritmo de cada niño y queremos promover su autonomía durante estos momentos de transición.

Entre las 8:45 y las 11:45 los niños en cada aula son libres de escoger cualquiera de los materiales de trabajo que les han sido mostrados y lo hacen cada uno a su tiempo. Los Guías les ofrecen clases individuales, llamadas presentaciones, para enseñarles cada actividad. Los niños deciden si quieren trabajar con un material en especial o si prefieren observar a otros compañeros en sus actividades. A menudo pasan de la actividad a la observación con gran fluidez.

Mientras el Guía comienza a presentar individualmente una nueva actividad o un material a un niño o una niña, el Asistente organiza grupos con quienes no estén entretenidos con una tarea, o guía a otros para que encuentren una actividad que les motive. En los grupos, cantará canciones, leerá cuentos o realizará una actividad que les ayude a comprender las reglas del espacio o que refuerce el sentido de comunidad. Todo se aprende mediante experiencias tangibles, desde cómo respetar el trabajo de un compañero hasta cómo abrir o cerrar una puerta con cuidado.

Por la mañana, algunos niños pueden salir de la clase y ayudar a preparar el pan o participar en las tareas del jardín. Al final de mañana, algunos alumnos preparan las mesas en la clase para comer, mientras otros atienden al grupo, cantando canciones o escuchando un cuento.

Alrededor de las 11:45 los niños tienen una hora de juego libre en el patio. Luego entran, se lavan las manos y se sientan a comer. Durante la comida seguimos normas básicas de cortesía, como esperar a que todos se hayan servido antes de empezar a comer, no hablar con la boca llena o no interrumpir la conversación de otros.

Como en esta etapa de su desarrollo el mundo de los sentidos cobra gran protagonismo, los niños disfrutan mucho del momento de la comida, sus olores, texturas, colores y sus sabores. Al finalizar, cada niño recoge y limpia su sitio, de modo que la clase queda limpia y en condiciones para iniciar el ciclo de trabajo de la tarde.

Aquellos niños que duermen siesta se marchan a casa a las 13:30, mientras que otros permanecen hasta las 15:30. Los viernes, todos los niños se marchan a casa a las 13:30.